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Sobre nosotras

Utilizamos la intercomprensión para entrenar la mente

¡Hola, mente inquieta!

Estamos encantadas de saludarte en nuestra página web dedicada a la intercomprensión románica. Esta página se sustenta en un trabajo de investigación realizado en varias universidades de Europa. Es difícil resumir cuánta gente ha contribuido directa e indirectamente al desarrollo de este proyecto, pero tod@s nosotr@s creemos firmemente que es muy importante en la Europa de hoy desarrollar una mentalidad plurilingüe, que es la misión de PluriMente.

El proyecto PluriMente tiene también una faceta muy personal en cuanto que refleja un recurrido profesional y personal de su fundadora, Anna Ilina. Soy Anna y es un gran honor para mí compartir con vosotros mi historia que puede que os inspire a conocer la intercomprensión más en profundidad.

Como muchas veces en la vida, lo más importante ocurre por casualidad. Cuando yo era alumna universitaria en la Universidad Roma Tre un día, saliendo del aula me fijé en un anuncio en el tablero de la facultad. El anuncio invitaba a personas que no conocieran otras lenguas románicas aparte del italiano a apuntarse a un experimento. El resultado prometía ser una capacidad de entender varias lenguas sin estudiarlas. Me apunté, superé la selección y durante 2 meses en 2015 participé en las formaciones de lo que se reveló ser el «Laboratorio sperimentale di intercomprensione EuRom5-2015». Cada sesión leíamos textos en español, portugués, francés y catalán. Fue duro, sobre todo el francés, pero valió la pena…

Ese mismo año fui a Bulgaria a realizar una estancia Erasmus+. Es un país en el que se habla un idioma muy parecido al ruso, mi lengua materna. Sin mucho esfuerzo aprendí a comprender el búlgaro y decir muchas cosas utilizando la intercomprensión. Al año siguiente vine a España donde pasé en dos meses de la pura intercomprensión que había aprendido en el Laboratorio al itañol y finalmente al español. Otra vez me impresionó cómo mi mente encontraba símiles entre las lenguas que yo conocía para entender nuevas palabras. Es curioso cómo lo que me parecía evidente no lo fuera para mucha gente («extraño» y «strange» pueden parecer palabras distintas a quien no tenga desarrollada la habilidad de inferencia).

Me enamoré completamente de la intercomprensión y nació la idea de darla a conocer fuera de los laboratorios universitarios. Empecé a utilizar sus técnicas en mis clases de inglés y de ruso como profesora y me di cuenta de que la intercomrensión no era intuitiva, sino que era necesario enseñarla. Fue en el año 2016-2017 cuando decidí estudiar la intercomprensión formalmente y en 2017 cuando empecé mi tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid. En mi proyecto de investigación desarrollé un curso de intercomprensión para niños de 10-12 años. Demostramos en un estudio práctico que los niños ya tienen la capacidad de utilizar la inferencia (hacer conjeturas sobre el significado de una palabra no conocida). Por tanto, la intercomprensión puede ayudarles a criarse como políglotas desde una edad muy temprana en vez de dedicar todo su tiempo al inglés.

La idea de crear el proyecto PluriMente nace como una evolución lógica de una serie de formaciones en intercomprensión para adultos que impartimos en los centros de idiomas de la Universidad Complutense de Madrid y la Universitat de València durante mi investigación pre-doctoral. Los adultos suelen tener una percepción totalmente falsa de que «no se les dan bien los idiomas». Según nuestras observaciones, este estereotipo se produce en la mayoría de los casos cuando una persona lleva años intentando aprender el inglés y no lo consigue (bien porque carece de una motivación profunda, bien porque no ha tenido suerte con dar con un método adecuado a sus necesidades, bien por otras razones). La ciencia señala que todos naturalmente podemos ser políglotas. El truco es aprender a aprender idiomas empezando por el más sencillo y parecido a tu lengua materna (claro, hacemos caso omiso a todo lo que no sea el caso de una persona media, es decir, bilingüismo coordinado, aprendizaje en un entorno de inmersión, etc.). Utilizamos el portugués y el italiano para aprender a trabajar con los idiomas y luego las estrategias que desarrollamos para ello se aplican a idiomas más complejos, como puede ser el inglés.

Nuestro proyecto se centra en proponer al cerebro el reto de «descifrar» lenguas no conocidas basándose en el conocimiento del español. Es un reto divertido, bastante sencillo y totalmente alcanzable. Como resultado se obtiene una mejor capacidad de producir inferencias (adivinar palabras), comprender la lógica del texto y notar las similitudes y las diferencias entre las lenguas. En definitiva, se desarrolla una mentalidad plurilingüe que permite hacer conjeturas sobre el significado de una palabra no conocida con criterio. Además la habilidad de comprender cualquier lengua románica abre las puertas a las anchas de la red virtual en la que hay infinitas fuentes de información sobre la cultura de otras tierras, sus canciones y películas, su literatura y otros recursos a los que ¡ahora vas a tener un acceso de lo más directo!